domingo, 28 de junio de 2015

San Juan, el chocolate y los carreristas...

El año pasado estábamos como niños con juguetes nuevos estrenando nuestros focos en la mágica noche de San Juan. Este año ya con experiencia nocturna pero igual de excitados, desde la Plaza de la Catedral enfilábamos nuestro camino hacia unos de los espacios naturales con más fuerza de la provincia de Soria: el Cañón del Río Lobos.
                                                                   Todas las fotos en Picasa, lástima de luz

Menos polvo en el camino por las últimas lluvias, temperatura fresquita y buen ritmo con las paradiñas habituales en Sotos, Valdelinares, alto de Ucero y entrada al Cañón, para reagrupar a los sanjuaneros. En el camino alguna carrerita que anticiparía lo que vendría después del chute de chocolate. A las 11,40 estábamos ya a los pies de la ermita de San Bartolo con cierto ambientecillo esotérico: algunas velitas por aquí y unos cuencos tibetanos por allá. Pero lo mejor fue el inigualable chocolatito que nos habían preparado Anabel, Raquel, Toñi, Araceli, Marina, Lucía, Andrea, Nacho… Decir que estaba bueno es quedarse corto, riquísimo! Este año no solo estaban los bizcochitos, había además trocitos finos de extendida que obligaron a repetir hasta que no quedo ni resquicio del chocolate mágico de San Juan. No sigo alabando el chocolate porque el año que viene no seremos 20 sino 40. La foto de Fito mojando lo dice todo. Como diría el Comandante: “Los voluntarios un 10” 
Y nada más entrar San Juan, a las doce y pocos minutos, iniciamos el camino de vuelta. El camino? La carrera más bien, porque los primeros sprints empezaron nada más salir del Cañón hasta alcanzar el alto de Ucero. Luego en el camino del soto: más maderaaaaaa! A correr como descosidos con una paradiña en Valdelinares y la guerra nada más salir de Sotos. En cabeza, e intratables, Santi, Carlos, Toño y Josué (hay que ver con el spining). Detrás íbamos llegando los demás y viendo los toros desde la barrera Jose-Titán, que iba diciendo aquello de “son como niños”. La banda sonora de la ruta la puso Ricardo y su changarrillo, con una selección de éxitos de los ochenta, desde Rosendo a Police, pasando por Polansky y el ardor. 
Una gozada de salida que ya se ha convertido en otro clásico de MTB Uxama. NON




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