jueves, 13 de diciembre de 2018

Fortaleza Califal de Gormaz 9-12-18

La cama abrazando, el desayuno dominguero, el sol despuntando, la bici a punto, la catedral esperando, las diez en el reloj, la ruta por decidir y con los bolsillos repletos de ganas de bici. Primeros compases para constatar cual de los presentes está más oxidado, Por el camino un poco de "parriba" con algo de  "pabajo" para compensar, ya vamos recordando lo es esto de pedalear, se va avanzando hasta encontrar esa cuesta en la que hay que echar mano a los frenos y tirar el culo "patrás"  que la bajada invita a ello.


El grupo atraviesa la carretera y con un ojo en el camino y el otro siempre puesto en lo alto comienza el ataque, ¡¡¡¡¡prepárate Gormaz!!!!, en esta aventura hay que evitar algún charco, hay que sortear algún coche, hay que encarrilar la rueda entre los chorreros, hay que jadear, jadear y jadear, y encima no hay que dejar de pedalear.
Ya está medio vencido, a la altura de la ermita ya nada de baches, sólo hay que bajar piñones (echarle huev....).quería decir echarle coraje, resoplar, que no se escape el de delante, empuñar bien el manillar y arriba el repecho del aparcadero y arriba el de la entrada a la Fortaleza.

LAS FOTOS AQUÍ


Un instante de reposo para recibir los halagos de los turistas y hacia abajo cagando leches en busca del monte y las cuantiosas piedras de una subida ¡vaya traqueteo! ,calzada romana dicen, que ya va escociendo en las piernas de más de uno. Aún hay algo de energía para algún que otro toma y daca entre los pinos. Al terminar toca ajustarse bien la chaqueta, poner cara de cansado y hacerse del ciclista entre el turisteo.

miércoles, 5 de diciembre de 2018

2-12-2018 La gata

Domingo de diciembre con buen tiempo, no hay posibilidad de lluvia así que no hay excusa, nos vestimos de ciclistas, despertamos a nuestras bicis y salimos con ganas de divertirnos y hacer deporte. Ruta por decidir, se aceptan propuestas antes de emprender el camino y una de ellas es hacer algo nuevo. Pero las opciones nuevas aportadas no nos convencen mucho, mejor eso lo dejamos para otro día, hoy mejor no hacer experimentos e ir a lo seguro que ya de por sí siempre es distinto.

La pista de "las hermanitas" este año nos ha visto menos de lo habitual pero hoy la rodamos los primeros kilómetros de la ruta. Pasamos de largo por la subida de costumbre y casi llegando a Sotos nos desviamos a la izquierda para empezar a ascender. Un par de kilómetros al alcance de todos, uno de rápida bajada y nuevamente otros dos hacia arriba nos terminan de despertar y con esto ya podemos dar por terminado el calentamiento.

Ya vamos rodando por zonas más conocidas y esta que hemos tomado nos lleva sin remedio a "las torres gemelas". El terreno está inmejorable para atacarlas y algunos las superan sin problemas, otros sin embargo son vencidos por la pendiente. Ya reagrupados, un giro escondido a la izquierda nos enseña el camino para llegar a Nafría de Ucero. Unos minutos de avituallamiento y conversación en la plaza y retomamos la marcha.

Ahora viene la subida más larga de la ruta y que conocemos como "la gata" sin la cual no podríamos disfrutar de la espectacular bajada que nos permite llegar hasta la Ermita de San Bartolome, no sin antes hacer una breve parada para contemplar el paisaje y tomar unas fotos.


Camino de vuelta por el Cañón, con bastantes visitantes contemplándolo y propuesta de subir al Castillo de Ucero. Aunque hay alguna opinión reticente sobre esta visita, finalmente todos aceptamos el reto y lo superamos. Ya solo nos queda volver a casa entre senda y pista, sin calentones que hoy no tocan. Hoy los perdonamos pero el almuerzo no.

miércoles, 24 de octubre de 2018

Miño 21-9-18

Zapatillas, guantes, gafas, algo de abrigo, el artifice del sarao de hoy dice que hay que retratarse antes de cabalgar, pues nada foto por aquí y foto por allá, lo que haga falta.
Ya metidos en faena que si hace fresco, que si el año anterior pasamos o no por aquí, que si de esta subida no me acuerdo, que si esto es nuevo, que si la abuela fuma.............................
¡Coño! pues si del cochón este informando del nombre de la ruta de ese si me acuerdo y ya nadie se acuerda del fresquete que hacía hace un rato. Un monte de encinas nos escupe a una senda de entrada a Cenegro y unos pocos kilómetros después llegando a Fuentecambrón resulta que hay unas recurvas tirando como para arriba apropiadas para dar algo de guerra.



Una breve parada, que se hace demasiado larga, para juntar a los de delante con los rezagados y así saltar al otro lado de la 122. Terreno favorable, rápida bajada hacia Santui y no menos veloz galopada hasta llegar a Piquera. Ahora a por el mirador, un sendero que al mirarlo despista parece que no se va a dejar, hace que más de dos echen pie a tierra, pero en peores plazas hemos toreao y en un periquete el mirador se da por conquistado.
Unos dicen que sufriendo otros que no tanto y otros disfrutando camino del avituallamiento, viñas, encinas, ¡arenaaaaaa!, viñas, Atauta en lo alto, las bodegas abajo, el rancho preparado y la mirada con deseo a la subida al pueblo (hoy no toca). Parada obligatoria para engullir los manjares que nos aguardan, no falta de "naaa", meter barriga, unas fotos, un último trago al porrón, una meada y arreando hacia Peñalba, pronto paso por las calles impacientes ¿por qué?.....................



LAS FOTOS

El camino desaparece, las piedras manan, talud a los lados, la bici patina, en fila metidos en el barranco negociando curvas "paquí y pallá", una rampa para abandonar el barranco, a ver si pillo al de delante, el sudor aparece al fin, jadeos y mas jadeos, un giro a la izquierda tomar un poco de aire y rampa de esas de platillo pequeño, ya esta chupao recto y a la derecha hacia donde se oyen los gaiteros y Miño a la vista.
Unos aparcan ya la bici otros con ganas de más se aventuran a explorar el monte del otro lado con la fortuna de tener un mano a mano con una cuesta que da la puntilla a alguno y una bajada para poner a prueba los frenos. No hay ducha, si cerveza, alubias y arroz

jueves, 27 de septiembre de 2018

Olmillos 23-9-18

Con la bici a eso de las nueve en la plaza de Olmillos, una ojeada a izquierda y derecha y de derecha a izquierda para calmar el curioseo........................., ruedas grandes, ruedas pequeñas, ruedas intermedias, los anfitriones y los invitados, enseguida se barruntan las bicis que navegan subiendo, las que se deslizan en bajada y a las que hay que empujar.
El convoy abandona Olmillos rumbo a Ines que sin novedad queda atrás, por el sur remontando una tachuela en marcha hacia la muela de Quintanas Rubias (para situarnos es donde el cohete). Siguiente parada con bajada y no sin algún tropiezo que no estaba en el plan a la vera del arroyo de las caracolitas dando más faena que nunca a la fuente de Hoz de Abajo, entre trago y trago se oye murmurar algo sobre una cuesta ¿que será?.


De nuevo en movimiento con los bidones repletos de agua y el "runrun" de la cuesta en la mente, hasta que al fin aparece la jodia cuesta, desnivel importante, firme inestable de narices y el "runrun" de antes se convierte ahora en  ¡buf, buf, buf, buf, buf, buf ! vaya tela con la rampa de los coj........
Enseguida se divisa Caracena y sobre el tapete dos opciones, muchos optan por una bajada cómoda por el asfalto y unos pocos eligen la opción algo más compleja por el sendero. Al paso por el avituallamiento una voz grita ¡venga, venga, venga hasta el castillo! ja ja ja ja ja ja que cachondo (al castillo dice y que se caliente la cerveza) .Aún así los más testarudos o quizás sean menos cerveceros dicen que suben y al poco una de retrato con el castillo.



De vuelta por territorio conocido por las tropas de Mtb Uxama con la panza colmada de manjares  hay ganas de dar un poco de alegría a las piernas así que como dice alguno por ahí "baja piñón coño". 
Para poner fin unos tragos en el bar antes de compartir mesa y mantel bicicleteros, escopeteros, cocineros y demás pobladores.

viernes, 20 de julio de 2018

15/07/2018 Por el Cañón de Valderrueda

Hacía tiempo que queriamos hacer la ruta de hoy, una etapa de no muchos kilómetros y sin grandes cuestas pero en la que hay que poner gran atención por donde se pasa porque cualquier descuido puede acabar desmontándonos de la bicicleta. El perfil se hace ideal para que la gente que ayer estuvo participando en la XIX Media Maratón del Burgo de Osma no sufra en exceso.

Tomamos la salida desde Ucero enfilando la senda que nos lleva hasta le entrada del Cañón del Río Lobos sin pisar la carretera, cosa que se agradece. Desde aquí camino tantas veces transitado hasta la Ermita de San Bartolomé y un par de kilómetros más por el sendero habitual hasta que nos desviamos a la derecha y cogemos el Cañón de Valderrueda. Bonito camino ligeramente hacia arriba entre piedras, plantas e insectos.

Cuando la senda se acaba, tomamos la carretera y llegamos a Casarejos. Aquí nos espera, en principio,  la única cuesta exigente de la jornada. Cuando la superamos empieza la bajada y las bicis vuelan, en un momento hemos llegado a San Leonardo. Cogemos agua en la fuente, vaya tres chorros, y comemos un poco antes de continuar.

Comenzamos el camino de regreso, una señal nos indica la dirección hacia el “Puente de los siete ojos” pero un camino sin salida y un calambrazo en la valla nos hacen volver por donde hemos venido e ir a lo seguro, unos metros por carretera dirección Arganza. Ahora, bonita senda, paso por el rio con el nombre del pueblo y recuerdo de las hortigas en las piernas antes de llegar al puente con el mismo número de ojos que de ciclistas haciendo la ruta.

Desde aquí, conocido camino de vuelta por el Cañón del río Lobos, pequeña avería con una de las cadenas y varios pasos sobre las piedras que nos cruzan el río de lado a lado, btt en estado puro. Para terminar de ganarnos las bebidas, no sé si estaba previsto o no, subimos por Valdecea hasta el “Mirador de las Gullurías”, esta cuesta sí que cuesta, y deja pequeña a la de Casarejos que al final no ha sido la única de la etapa. Bajada por la senda del gato con las precauciones pertinentes y llegada al destino.

La logística hoy se merece un diez, tenemos cervezas, refrescos, bebidas isotónicas, patatas fritas, encurtidos,…, todo buenísimo, como entra. Solo se me ocurre decir: “No te digo que me lo mejores,…iguálamelo”.


jueves, 12 de julio de 2018

08-07-2018 La Fuentona

Otra ruta de las habituales para el club es la visita a “La Fuentona”. Una vez al año hacemos la visita para comprobar que todo sigue en su sitio aunque en 2017 por unas cosas o por otras al final no se pudo hacer.  Dos años de espera que se han pasado muy rápido y a los que ponemos fin con la salida de hoy.

A las nueve de la mañana estamos preparados con nuestras máquinas y emprendemos el camino. Un poco de callejeo por el pueblo y en un momento ya estamos en el tedioso cortafuegos. Los 20 primeros kilómetros ya sabemos que son así, suavecito para abajo y suavecito para arriba, piedra suelta de vez en cuando y dar pedales mientras se conversa.

Cuando por fin damos cuenta del cortafuegos nos metemos en el robledal que lo continúa y nos ponemos en fila india y atendiendo al terreno para que no nos pille algún obstáculo repentino desprevenidos. Después un poco de pista hacia abajo para probar los frenos y otro poco de monte haciendo camino.

Cerca ya del destino giramos a la izquierda para pasar por una “supuesta” senda junto al río. Debido a la altura de las hierbas el camino, en buena parte, hay que imaginárselo y hay algún trozo en el que hay que subir por pequeñas rocas y las bicicletas no están por la labor de llevarnos encima, pero es poco trayecto y el paisaje merece la visita. Ya estamos al lado de Muriel de la Fuente en donde paramos para coger agua “caliente” y desde aquí hasta “La Fuentona” es un pequeño paseo.

Diez minutos para almorzar, plátanos, barritas, geles, pastelitos, un purillo, … cada uno lo que le apetece y camino de vuelta. Parada en el manantial para coger agua fresca, esta sí que sí, y hasta la próxima.





Los primeros kilómetros del camino de regreso son en buena parte los mismos que en la ida. El paso por el agua nos deja una bonitas fotos para la posteridad y lo que antes era cuesta abajo ahora se ha dado la vuelta y pica. Cuando cogemos el desvío para no tener que repetir cortafuegos los 20 kilómetros que nos quedan son prácticamente de bajada para recuperar el desnivel acumulado. Bajada no muy relajante pero que nos anima, paso sin pausa por Barcebal y Barcebalejo, una rotura de cadena para hacer tiempo y llegada sobre el horario permitido.

Nos tomamos la cerveza y a casa, otro buen día de bici. 

FOTOS AQUÍ








domingo, 24 de junio de 2018

17-06-2018 Almuerzo en Caracena

Después de haber pasado la VI Ruta del Niskalo, creo que con buena nota, volvemos a la rutina de las salidas domingueras. Hoy toca otra de las rutas que repetimos cada año, haciendo coincidir nuestra salida con la romería de Caracena aunque este año debido a que esta se ha pasado al sábado no nos ha permitido encontrarnos.

Buena afluencia y buen tiempo, salida hacia la Güera por la carretera para esquivar el carril bici que sigue cortado y paso fugaz por el Polígono Industrial y La Rasa. Cuando a los trece kilómetros abandonamos la carretera y nos metemos por caminos ya sabemos lo que nos espera. Un buen rato de subidas que no son muy duras pero que van llamando la atención a las piernas y al corazón. Una alteración de la ruta con respecto a otros años nos permite escaquearnos del primer paso por el río pero el del molino sigue estando en la trayectoria aunque esta vez ninguno osa a pasarlo montado, demasiada agua.

Seguimos cuesta arriba y nuestra siguiente parada la aprovechamos para hacer unas fotografías desde el alto con las fantásticas vistas de Caracena y su Castillo. Otra parada típica es la visita a la Encina de Valderroman. Nos llevamos un chasco viendo como una de sus enormes ramas ha caído, y nos sirve de banco, y su tronco está bastante deteriorado por dentro. Retratamos el momento y continuamos con la bajada hacía Caracena pasando junto al Castillo, este descenso es espectacular aunque algo peligroso y necesita de concentración pero, como casi siempre, todos lo disfrutamos sin incidentes.


FOTOS AQUÍ

Llegada al pueblo, 38 kilómetros recorridos, un grupo continúa la ruta y la mayor parte nos quedamos para saborear el nutritivo almuerzo de huevos con chorizo y torrezno. Media hora después nos volvemos a montar en la bici y emprendemos el regreso con cambios sobre otros años. Dejamos la carretera y nos desviamos hacia la derecha para atacar una cuesta que si desde lejos parece dura desde cerca ... también y con la piedra suelta y nuestra tripa llena nos va venciendo uno a uno.

Superado esto todo se ve más fácil, bajada hasta Fresno de Caracena donde volvemos a coger la carretera y vuelta con arreones continuos, con paradas para reagrupar y llegada sobre el horario previsto.


Bueno,… algunos aún tienen tiempo de tomar "la última".

viernes, 25 de mayo de 2018

20-05-2018 Quedada BTT en Bayubas

Por cuarto año consecutivo nuestros compañeros de Bayubas de Abajo organizan su Quedada BTT y nos dan la oportunidad de recorrer parajes cercanos pero no habituales en nuestras salidas y pedalear un rato junto a buena gente con la que normalmente no se coincide.

A las nueve de la mañana tenemos la quedada oficial de nuestro club para organizar la logística que nos lleve hasta la salida a ciclistas y bicicletas y como esto lo organizamos en un plis plas somos de los primeros en llegar al punto de encuentro con los demás.


Salida desde las piscinas a las diez, parada en la plaza para la foto de rigor a los más de treinta ciclistas preparados para partir y comienzo de la ruta. Primeros kilómetros rodeados de pinos, con sus ramas, sus piñas y sus palos por el suelo que junto a alguna zona de arena y que el grupo va en fila y muy agrupado, hace que haya que prestar especial atención a los imprevistos.

Superados estos primeros kilómetros comenzamos a rodar por zonas más propicias, pistas y caminos más anchos que nos llevan hasta Berlanga de Duero. Rodeamos el pueblo, hacemos una breve parada para reagruparnos observando el bonito Castillo y reiniciamos con una zona de subidas y bajadas. En las subidas se oye acercarse como si nada a las bicicletas eléctricas y alejarse con la misma velocidad, mejor no entrar en guerra con ellas por si acaso.

Recorriendo el Camino del Cid pasamos por Aguilera, Morales y Recuerda pillando alguna zona de barro pegajoso que todos intentamos pasar por los sitios menos dañinos pero que no siempre es posible.

El Castillo de Gormaz es la siguiente parada, al ir acercándonos a él la ruta ofrece dos alternativas, una para valientes por la calzada romana llena de obstáculos hasta Gormaz y otra también exigente para los que prefieren que sus pies no toquen el suelo y subir hasta el pueblo por carretera y pista. Aquí de nuevo hay que elegir, o subir por el camino preparado en la ladera del Castillo o subir por la carretera, sea cual sea la elección lo importante es llegar porque arriba está la recompensa.

En el aparcamiento miembros de la organización nos tienen preparado un almuerzo para chuparse los dedos que a pesar de atacarlo con ganas, por el hambre que llevamos, no se termina. De lo mucho y bueno que había se oyen comentarios especiales sobre la estupenda empanada casera, los torreznos y las fresas.


Para el regreso hasta el pueblo también se nos ofrecen dos alternativas, una un poco más exigente con alguna subida, y otra más cómoda por pista y monte por la que el terreno engaña y de vez en cuando se hunde y deja escapar el barro. Los kilómetros son parecidos en ambas alternativas y llegamos al punto de llegada prácticamente a la par.
A partir de aquí, la bicicleta se aparca, unos se quedan a la comida organizada y otros se van con las bicis a otra parte, pero todos con un buen sabor de boca.
Gracias a los compañeros de Bayubas por su invitación y buena organización, …y que sigan con ganas de repetir que allí habrá miembros del MTB UXAMA.

jueves, 17 de mayo de 2018

13-05-2018 - Probamos la ruta del Niskalo`18

Hoy se nos ha convocado un poco antes de lo habitual para recorrer la “Ruta larga del Niskalo´18” que dentro de cuatro domingos traerá hasta nuestro territorio a cientos de ciclistas. Se ve que el gusanillo de la prueba ya va picando y queremos probar nuestras fuerzas sobre el terreno de la ruta así que hay una afluencia que hacía tiempo no se veía.

Con la espera de rigor, pero puntuales, emprendemos el camino por el carril bici y enganchamos con la pista que nos lleva hasta Alcubilla del Marqués. Los diez primeros kilómetros son agradables y para rodar a gusto pero al poco de cruzar sobre el puente de la autovía comienza la primera ascensión de la prueba que va rompiendo el grupo. En esta subida nos encontramos por el camino a unos compañeros que han salido a rodar unos kilómetros (aunque digamos que no, la gente entrena). En el alto nos reagrupamos y continuamos la ruta hasta la Atalaya de Quintanilla. Ahora toca bajar hacia el pueblo pero antes de llegar nos desviamos hacia la derecha y subimos la cuesta de “las chorreras”. Al vencerla nos encontraremos el primer avituallamiento el día de la prueba pero hoy... no hay nada, cada uno que chupe de su bote.

   

Bajada por el monte con alguna zona de arena que hay que cruzar con precaución y un tramo, más de subida que de bajada, que nos lleva a la “torreta del santo” y en la que nos espera el segundo avituallamiento de la carrera pero hoy... tampoco hay nada. Así que cada uno se come su plátano “espachurrao” y algún gel o barrita energética los más previsores.

Se hace una parada corta porque el aire viene frio y continuamos por terreno favorable que permite recuperar las piernas y que en el kilómetro 34 separa la ruta corta de la larga (este año no se va a colar nadie). Dos compañeros continúan por el camino de la derecha y el resto vamos en sentido contrario hacia la Casona por zona minada de boñigas. Ahora una subida no muy dura pero que se hace pesada por la gravilla suelta y giro a la izquierda por zona de pinos hasta nuestras conocidas “torres gemelas” que cada uno atraviesa como puede… la mayoría sin echar pie a tierra.


Cambio de sentido y dirección a Valdelinares. Como el tercer avituallamiento previsto tampoco estaba hacemos una parada en el pueblo para rellenar los botes y continuar por la pista hacia Sotos. Pero no…, la sorpresa, que ya no es sorpresa, nos desvía antes de llegar al pueblo y nos pone mirando hacia arriba. Subida entre los kilómetros 50 y 54 que da calor a las piernas.



Superado este momento se puede decir que la prueba está vencida. Solo nos quedan tres kilómetros de sube y baja, otros dos y pico de baja y baja con cuidado que te lanzas, y los últimos ocho de llaneo en su mayor parte favorable que nos ponen en la meta con la prueba superada y el almuerzo esperando.

Mención aparte al que no tuvo suficiente con una vez y se dió una segunda vuelta del tirón.

jueves, 10 de mayo de 2018

06-05-2018 Por fin un día de Sol

Ya vamos teniendo la “VI Ruta del Niskalo” a la vista y las salidas de este año están siendo escasas. Hoy hace un día que no admite excusas para no salir así que, con más abundancia de la habitual, varios ciclistas del “MTB UXAMA” salen de su letargo dominguero para rodar unos kilómetros e ir recordando a las piernas que dentro de cinco domingos hay que estar preparadas para cumplir.

Para comenzar hacemos un poquito de rodaje dirección Valdenarros y sin entrar al pueblo y cruzando la N-122 aprovechamos las pistas que nos ofrecen las obras de la autovía para comenzar a subir.  Un poco de senda entretenida por el monte hacia Velasco y una cuesta con piedra suelta que los primeros suben sin problemas, los demás ponen pié a tierra o estampan el lomo contra el suelo (las calas y sus bromas).

Bajamos, subimos, bajamos,… ya se pierde la cuenta, ¿dónde está lo llano?, la cosa que todo esto nos ha llevado hasta Torralba, media ruta superada y plátano al estómago.




Volvemos a cruzar la carretera y vamos hacia Santiuste. Nos espera una bonita subida, “rozándonos” con la vegetación, que dispersa el grupo. En el alto, un compañero que venía en dirección contraria se une a la fiesta. Seguimos hacia Valdenebro y Lodares, terreno conocido de las primeras rutas del Niskalo que permite rodar a buena velocidad y para ir acercándonos al destino la senda del día del almuerzo navideño.




Antes de llegar a La Olmeda pillamos la carretera para hacer los últimos kilómetros antes de tener la cervecita en las manos aunque algunos no han tenido suficiente y prefieren seguir un rato más sobre el sillín.

jueves, 22 de febrero de 2018

La del Gato y el Castillo de Ucero

18-02-2018

Por fin, en lo que va de año, se presenta un domingo en el que el Sol no se esconde detrás de las nubes y nos aviva las ganas de salir. Los caminos están delicados y hay que hilar muy fino para elegir una ruta en la que no pillemos demasiado barro y además sabemos que hoy toca sufrir porque las piernas han tenido demasiado descanso, pero ya es hora de ponerlas a trabajar.
Tomamos la pista de “las hermanitas” que suele estar en buenas condiciones y es una apuesta bastante segura para comenzar la ruta dirección Ucero, pero nada más comenzar pasamos una zona que si no fuera porque está helada nos pintaría la bici de marrón. Cuando la pillemos a la vuelta ya será otro cantar. Exceptuando este trozo la pista se encuentra bien, algo blanda por todo el agua que ha tragado pero no impide rodar a gusto.
Llegando a Ucero paso rápido por la “Cruz de madera”, algunos se desprenden de algo de ropa para lo que viene y bajada sin miedo hasta el pueblo para,seguidamente, comenzar la ascensión. Terreno perfecto y 2,5 km. de subida suave con el repecho final metido en la cabeza, intentando guardar fuerzas para superarlo. Con esto ya hemos desgastado lo suficiente como para tomar el plátano así que nos ponemos manos a la obra.



Bajada conocida hasta el aparcamiento de Valdecea con un par de paradas para apartar del camino dos árboles caidos y seguimos la ruta hacia la Galiana. A los pocos metros de comenzar la ascensión, pasamos por encima del “quitamiedos” para coger la bonita senda que, paralela al río Ucero, nos lleva a cruzar el río Chico y engancha con la subida que nos hace conquistar el Castillo de Ucero.
Debate sobre por donde volver y la decisión es hacerlo por la loma. Por aquí hay algunas zonas delicadas y en las que la rueda se hunde más de lo que nos gustaría pero cuanto más barro se pisa menos molesta. En la bajada para volver a coger la pista de “las hermanitas” un nuevo frenazo por un árbol atravesado en el camino que hay que apartar y regreso por el mismo camino del principio. Ahora ya no hay hielo, ahora hay charcos y barro pero ya nos da igual.

Solo nos queda elegir donde tomar las cervezas pero decidimos perdonarlas ya que la bici necesita un manguerazo para quedar limpia antes de comer.

jueves, 1 de febrero de 2018

Primera visita al Castillo de Gormaz en 2018

28-01-2018

Pura mañana de invierno, los grajos vuelan bajo pero a nosotros un poco de frío no nos echa para atrás. Comenzamos la etapa dirección a La Olmeda y una vez aquí cambiamos la ruta  tradicional y cuando apenas llevamos siete kilómetros nos metemos entre pecho y espalda una rampita que se las trae y que era desconocida para la mayoría. Menos mal que el hielo ayuda a que el terreno esté duro y las ruedas agarran bien sino algún pie habría tocado suelo. Ahora cogemos una senda que no se vé donde empieza pero que va apareciendo poco a poco y nos ofrece una bajada de las que nos gustan.
Seguimos recorriendo camino, y un poco de carretera, con un punto por conquistar metido en la cabeza. Si, a ese castillo que se ve a lo lejos, en lo más alto, es donde tenemos que llegar. Cuando cruzamos la carretera SO-160 ya sabemos lo que nos queda, cada uno prepara el cuerpo y la mente para que lo que viene no le pille desprevenido. Un poco hacia arriba, buena bajadita para reposar y venga que ya ha empezado el puerto, a sudar para que nuestra bici entre por ese arco del Castillo de Gormaz que tan bien puesto está. Emociona subir las dos últimas rampas sin echar pie a tierra, a pesar del cansancio, hasta pasar la puerta.




Avituallamiento al Sol y con buena temperatura y otra vez a pasar frio en la bajada. El regreso se hace durillo, toca ir hacia arriba y el barro que no habíamos visto hasta ahora nos lo encontramos a lo largo de varios kilómetros pegándose a la bicicleta y haciendo que, por momentos, haya que tirar de destreza para seguir sobre el sillín cuando la rueda de atrás se cruza totalmente. Como suele pasar siempre que hay algo gratis, no todos cogemos la misma cantidad. Unos se llevan lo justo y necesario y otros cargan más de lo que deberían.
Los últimos kilómetros por carretera sirven para que las ruedas escupan una buena parte del barro acumulado y lleguen al destino no excesivamente pringadas. Lo importante de la ruta llega ahora. Cervecitas, torreznos, cortezas, jamón, bravas, … pero chicos, que son más de las dos y ahora tenemos que comer.







En fin, otro domingo que la bicicleta nos hace engordar.  

jueves, 25 de enero de 2018

Primera salida de 2018

21-01-2018 

Los dos primeros domingos de este año 2018 han sido duros, con agua, nieve, viento, niebla, frío,… , por fin a la tercera va la vencida y hoy el tiempo nos da una tregua y nos permite hacer la primera salida oficial del año.
Hay que tener cuidado con la ruta elegida porque si la decisión no es acertada nos podemos encontrar con los temidos barrizales. Emprendemos el camino dirección Osma y nos metemos de lleno por sus montes para hacer unos primeros kilómetros ascendentes que nos van calentando el cuerpo y tras una rápida y corta bajada llegamos a Quintanilla de Tres Barrios.
Tras el breve respiro volvemos a subir piñones porque nos está recibiendo otra cuesta de varios kilómetros no muy duros pero que hay que tomarlos con calma porque se llegan a hacer pesados. Superada la mitad de la ruta llegamos a Valdegrulla y hacemos la parada del día dándole al pueblo, por unos minutos, una “vidilla” que no tenía.
Reanudamos la marcha hacía Valdealbín y, desde aquí, en un momento estamos junto a la Casona de Valdeosma. Un saludo a las vacas que se encuentran pastando tranquilamente con sus terneros y, para no molestarlas, nos desviamos ligeramente de lo previsto y arremetemos sin dilación contra la última subida tendida del día. ¡Que cortas son hoy las bajadas y que largas las subidas!
Llegando a lo más alto ya no queda otra que bajar, así que disfrutamos la bajada y tras unos kilómetros llaneando por la senda del río Ucero saludamos al torrezno y a la tortilla de patata.



Jornada tranquila y con el terreno casi perfecto, sólo alguna pequeña zona de barro, algún charco esporádico y alguna rama caída en medio del camino nos ponen a prueba. 

 

lunes, 1 de enero de 2018

♪♪♪♪Ropopompom Ropopompom♪♪♪♪♪-31-12-17

En la panza el atracón, el polvorón, el mazapán, el turrón y como dicen los de la cocina el mejor maridaje para este manjar es un paseo en bicicleta. Es un día singular ¿se sale? ¿no se sale? pero es domingo y los domingos toca.


Las campanadas mañaneras son el disparo que marcan la salida, manos a la obra, o más bien manos al manillar. Un camino, un charco, seco, otro charco, otro camino y el matojo que sin invitación se suma a la fiesta. uno, dos, tres, cuatro,........................................ y muchos más cruces hacia uno y otro lado y todos parecen iguales, se dice que hay que tomar siempre el que tira hacia arriba, el caso es que damos cuenta del tentempié en lo alto del pueblo.

FOTOS


En marcha de nuevo un reguero de cruces marca el recorrido a seguir, el viento se oye gruñir en los pinos, cubiertos por el olor a monte hacia el siguiente pueblo. Ya queda poco, el camino es conocido hoy aparte de sortear los charcos hay que ganar en el mano a mano contra el aire y para poner un punto y seguido un tropezón con un tramo que pringa de barro cada parte de la bicicleta.