miércoles, 23 de diciembre de 2020

Y el almuerzo navideño????

 

“Ya tenemos las navidades a la vuelta de la esquina y como cada año desde hace casi una década los miembros del Club MTB UXAMA nos reuniremos hoy para celebrar el tradicional  almuerzo y aprovecharemos  para desearnos todas esas cosas buenas que siempre se recuerdan en estas fechas. Como siempre la afluencia será de más de treinta compañeros que daremos buena cuenta de los riquísimos ………….”

Pues no, este sería un buen comienzo para contar lo vivido en este día si todo hubiera ido según lo previsto pero, por desgracia, este año 2020 vino cruzado y además de otras muchas cosas también nos ha impedido disfrutar de una bonita jornada como siempre que este almuerzo se ha llevado a cabo. Lamentablemente esta vez no ha podido ser así que lo único que hemos podido hacer es reunirnos un pequeño grupo para rodar unas horas como si de un domingo más se tratara.

Un problema añadido a la ruta de hoy es el barro que nos podemos encontrar por cualquier recorrido que decidamos así que intentamos esquivarlo en la medida de lo posible. Comenzamos la ruta subiendo hasta el cortafuegos por el caño y lo recorremos unos pocos kilómetros antes de tomar un desvío a la derecha y cambiar el tipo de terreno. Zona ya conocida, normalmente con vacas que en esta ocasión no están y que por caminos y pistas nos lleva a la novedad del día.

Hasta hoy siempre al llegar a este punto en cuestión habíamos tomado el camino de la derecha, pero esta vez tomamos el de la izquierda dirección, de nuevo, al cortafuegos. El camino se acaba pero nosotros seguimos (como el que sigue la linde aunque se acabe), en un principio montados, sorteando arbustos, ramas y agujeros en el suelo. Pero llega un momento que el terreno se hace impracticable y llega la cordura volviendo por donde habíamos venido para buscar el recorrido tradicional por el que se puede rodar, algo muy importante cuando se trata de ciclismo. Bueno, la pequeña aventura se salda con dos caídas de dispares consecuencias pero que no impiden seguir con el recorrido.

Cruzamos de nuevo el cortafuegos y descendemos por el monte en busca de “la galianita” y del descanso para la barrita. Hoy tenemos algo más de prisa que otros días y se planea el regreso para terminar la ruta antes de la una. Tras recorrer otros diez kilómetros en su mayoría cuesta abajo llegamos a Barcebalejo, volvemos a la zona del caño y damos un pequeño rodeo antes de terminar el recorrido. Ruta más corta de lo habitual y en la que hemos conseguido, salvo en pequeñas zonas, librarnos del barro.

Como nos sobra un momento lo aprovechamos para pasar unos agradables minutos de tertulia, que también se necesitan en estos días, antes de despedirnos.

Esperamos que el nuevo año nos traiga de nuevo esos buenos momentos que en este que se acaba nos hemos perdido.

Track para descargar en wikiloc










FELIZ NAVIDAD

Y

PROSPERO AÑO 2021

(El 2020 ha salido defectuoso, yo quiero devolverlo)

jueves, 10 de diciembre de 2020

06-12-2020 / 08-12-2020 Al abrigo del monte

 

Este puente de diciembre ha sido frio, muy frío mejor dicho, las temperaturas no han pasado de los cinco grados y la sensación térmica ha sido menor pero esto no nos ha impedido hacer un par de salidas mañaneras para seguir disfrutando de la bici y de la buena compañía de la gente de este club.

Debido a las bajas temperaturas la mejor opción para intentar no ser vencidos por el frío es  buscar el abrigo de los fabulosos montes que por suerte tenemos cerca de nuestra población y esto es lo que hemos hecho para planificar dos rutas espectaculares y divertidas a la vez que “durillas”. 

Domingo 6-12-2020 (Valdenarros, Valdenebro, Santiuste y mucho monte)

Tenemos que intentar entrar en calor lo más rápido posible así que una opción es tomarnos unos chupitos (opción que no se plantea) y la otra es subir la cuesta de la mina para empezar la ruta. Así que nos dirigimos hacía allí y con apenas tres kilómetros rodados por el carril bici comenzamos la ascensión que no llega a los dos kilómetros pero que, por terreno escarpado,  nos eleva unos 140 metros. Superado este primer escollo, bajamos hasta la carretera y nos dirigimos hacia Valdenarros por caminos más abrigados y duros que los habituales. Rozamos el pueblo y conocemos una nueva cuesta,  corta pero dura y en la que hay que inventar la trazada.




A partir de aquí la ruta sigue manteniendo un mismo patrón toda la mañana. Varios kilómetros de subida, otros pocos de pedaleo por la loma y un descenso rápido y arriesgado para tras un corto llaneo volver a empezar con otro ascenso. Esto se convierte en un juego al despiste, algunos solo nos ubicamos al pasar por los otros dos pueblos que atravesamos (primero Valdenebro y más tarde Santiuste), vueltas y vueltas (“por aquí hemos pasado hace un poco”), subidas y bajadas, caminos que se cruzan y que en un primer momento se toman en un sentido y en el siguiente se toman por el contrario. Sendas por las que se difumina el camino, árboles por todos los lados (unos en pie y otros caídos), roderas, piedras, hierbas y hojas que impiden la visión del terreno a pisar, en definitiva, poca comodidad pero disfrutamos de lo lindo y, por suerte, ni pizca de barro en el camino.

En los últimos kilómetros de la jornada nos damos el gusto de avivar el ritmo aprovechando el terreno favorable hasta que para terminar recorremos la senda por detrás de la ITV y vamos pensando en la próxima salida.


Track de la ruta en wikiloc




 

Martes 8-12-2020  (No importa que nieve)

Si la ruta de hace dos días la hicimos por terreno de las primeras ediciones del Niskalo, en la salida de hoy cambiamos de zona y también buscamos el abrigo del monte pero por territorio de las últimas ediciones de nuestra ruta.

Hoy el día está más desagradable, más viento, el frío se mete más en el cuerpo y hay más humedad, además los copos de nieve van a hacer acto de presencia durante gran parte de la mañana. Pero con buena ropa y ejercicio todo se hace más llevadero.

Tomamos la pista de “las hermanitas” hasta el cruce de Valdelubiel y subimos por el camino de la izquierda, más largo que el de costumbre pero de dureza similar (este es nuestro desayuno calentito para hoy). Un rato por la loma y camino hacia la Casona de Valdeosma pero antes de llegar giramos a la derecha para dirigirnos hacia el cruce de los cuatro sentidos y tomar el de la izquierda para seguir el recorrido de la ruta larga del Niskalo.

Algunas zonas de terreno blando, algo de barro, algún charco inevitable y los copitos de nieve que no molestan mucho pero que no cesan son algunas de las complicaciones añadidas a las que ya de por sí tiene el terreno como “las torres gemelas” (difícil encontrar mejores condiciones para subirlas que en esta ocasión) o “la sorpresa”.


En esta ocasión el descanso lo hacemos en Valdelinares, en un banquito de madera bien orientado y con una mesa (no solemos encontrarnos con estos lujos) y rápidamente continuamos con el recorrido. Subimos “la sorpresa” y por la loma vamos acercándonos al destino final. El descenso hasta el cruce de Valdelubiel y la vuelta por la senda del Ucero son más moderados que en otras ocasiones y vamos reagrupados. Algún pique en la última cuestecilla del día y a casa a entrar en calor que el día nos ha dejado salir pero refresca.

Track de la ruta en Wikiloc

Más fotos aquí






jueves, 3 de diciembre de 2020

29-11-2020 Ruta del tambor

 

Nuestra “Ruta del Tambor” era una de las que tradicionalmente hacíamos una vez al año pero por unas cosas o por otras en 2019 no se hizo y 2020 se nos está acabando sin haberla recorrido de nuevo. Así que está decidido volver a rodar por esos lugares ya que a pesar de estar en Noviembre hoy se nos presenta un domingo de temperaturas agradables y aunque está algo nublado no hay ninguna previsión de lluvia.

Nos trasladamos en coche hasta Santiuste para comenzar desde allí y que no se nos haga la ruta muy larga. Una vez descargadas las bicis empiezan a recordarse objetos que se han quedado olvidados como …. los guantes (habrá que aguantar con las manos frías los primeros kilómetros), la barrita (barritas de sobra parece que no tenemos pero plátano llevamos todos y unos cuantos lo ofrecen), las zapatillas (esto es más serio, “anda coge el coche y a por ellas que te esperamos en Torralba”) en fin, de momento la bici no se nos olvida a ninguno.



Empezamos la ruta y en poco más de tres kilómetros nos plantamos en Torralba y esperamos al compañero de las zapatillas. Una vez subsanado el problema volvemos a emprender el camino. Buen terreno, ligeramente en ascenso pero suave, dirección Torreblacos. Pasamos el pueblo y un poco antes de llegar a Blacos la cuesta se convierte en algo más pronunciada. Cuando coronamos se nos presenta un bonito descenso que nos lleva hasta Avioncillo de Calatañazor.

Cambiamos de terreno y nos adentramos en zonas menos cómodas, entre árboles y piedras, sin camino que seguir pero con el destino en la mente de los guías. Cuando pasamos esta zona y volvemos a rodar por anchas pistas nos toca una subida más larga, nada exagerado, que termina con una cuesta de hormigón rayado que algún día se bautizó como “la bola del mundo” e inmediatamente después la bajada hasta Calatañazor que en su momento era bastante peligrosa (recordamos varios altercados) pero ahora está totalmente arreglada y nos deja disfrutar.

Llegamos al pueblo medieval y subimos por sus pronunciadas calles empedradas hasta llegar a la Plaza Mayor y tomarnos un descanso a los pies del Castillo. Tiempos duros, nadie callejeando y apenas un par de grupillos de turistas visitando la fortaleza.


Volvemos a descender por sus calles y abandonamos el pueblo para subir por la calzada romana que en estas fechas se encuentra muy resbaladiza y peligrosa aunque algunos son capaces de hacerla montados. 



Cruzamos la carretera y buscamos los caminos que nos llevan hasta Rioseco. Terreno en buenas condiciones pero distinto, por el pinar. Un tramo rápido de carretera y cambio de dirección hacia el campo de golf y ya vamos buscando los últimos kilómetros monte a través que terminan con un descenso rápido y peligroso llegando al punto de partida a la hora prevista.

Hacía tiempo que no nos acompañaba a las rutas el mágico bidón azul pero hoy está presente y nos deja ese buen gusto que queda siempre que aparece.



Las fotos aquí