domingo, 24 de junio de 2018

17-06-2018 Almuerzo en Caracena

Después de haber pasado la VI Ruta del Niskalo, creo que con buena nota, volvemos a la rutina de las salidas domingueras. Hoy toca otra de las rutas que repetimos cada año, haciendo coincidir nuestra salida con la romería de Caracena aunque este año debido a que esta se ha pasado al sábado no nos ha permitido encontrarnos.

Buena afluencia y buen tiempo, salida hacia la Güera por la carretera para esquivar el carril bici que sigue cortado y paso fugaz por el Polígono Industrial y La Rasa. Cuando a los trece kilómetros abandonamos la carretera y nos metemos por caminos ya sabemos lo que nos espera. Un buen rato de subidas que no son muy duras pero que van llamando la atención a las piernas y al corazón. Una alteración de la ruta con respecto a otros años nos permite escaquearnos del primer paso por el río pero el del molino sigue estando en la trayectoria aunque esta vez ninguno osa a pasarlo montado, demasiada agua.

Seguimos cuesta arriba y nuestra siguiente parada la aprovechamos para hacer unas fotografías desde el alto con las fantásticas vistas de Caracena y su Castillo. Otra parada típica es la visita a la Encina de Valderroman. Nos llevamos un chasco viendo como una de sus enormes ramas ha caído, y nos sirve de banco, y su tronco está bastante deteriorado por dentro. Retratamos el momento y continuamos con la bajada hacía Caracena pasando junto al Castillo, este descenso es espectacular aunque algo peligroso y necesita de concentración pero, como casi siempre, todos lo disfrutamos sin incidentes.


FOTOS AQUÍ

Llegada al pueblo, 38 kilómetros recorridos, un grupo continúa la ruta y la mayor parte nos quedamos para saborear el nutritivo almuerzo de huevos con chorizo y torrezno. Media hora después nos volvemos a montar en la bici y emprendemos el regreso con cambios sobre otros años. Dejamos la carretera y nos desviamos hacia la derecha para atacar una cuesta que si desde lejos parece dura desde cerca ... también y con la piedra suelta y nuestra tripa llena nos va venciendo uno a uno.

Superado esto todo se ve más fácil, bajada hasta Fresno de Caracena donde volvemos a coger la carretera y vuelta con arreones continuos, con paradas para reagrupar y llegada sobre el horario previsto.


Bueno,… algunos aún tienen tiempo de tomar "la última".