Aprovechando la oportunidad que nos da el sol, ya sabemos la hora y el emplazamiento, enseguida un compañero propuso una ruta que inmediatamente aprobamos el resto. Comienza la mañana rodando hasta La Olmeda, pasado el puente a la izquierda, por la pista hasta toparnos con la carretera, unos metros de asfalto y otra vez izquierda, poco a poco nos va rodeando la vegetación, ya vamos cogiendo calor, en las partes de umbría permanece la nieve y el hielo, antes de llegar a Lodares nos desaviamos para transitar por un barranco, hay que estar atentos, además de las piedras tenemos hielo, sin novedad llegamos a Lodares.
Ahora recorremos en sentido opuesto el camino de la ruta del niskalo hasta Valdenarros, ¿vamos por este?, ¿vamos mejor por aquel?, un instante de duda, al final por este, sombra, nieve, hielo un rato, sol, deshielo, barro, barro, barro y algo de barro otro rato.
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Atravesamos la 122, ascendemos rodeados de pinos y enebros, durante el trayecto hay que poner atención el camino se encuentra cortado por pastores, cadenas o incluso cables, ligera parada para reparar una avería en una zapatilla ¡si las zapatillas también tienen averías! y entramos en el solitario Velasco, cambio de rumbo y entre enebros vamos en busca del cortafuegos, bajada chulísima sobre la nieve hasta Barcebalejo por dónde cruzamos el río a pillar la tan sobada pista de las hermanitas y derechitos al lavadero a desembarrar los artilugios con los que tanto nos divertimos.
