jueves, 30 de mayo de 2019

26-05-2019 ¿Quieres cuestas?


Ultima salida dominguera antes de nuestro día grande. Dentro de siete días la VII Ruta del Nískalo será la protagonista y animará las calles de la Villa. De momento hoy toca seguir engrasando el motor para intentar afinarlo un poco más. ¿Dónde vamos hoy? Hay una propuesta sobre una zona y una cuesta a subir, bueno, pues vamos hacia esa zona y… la cuesta… “tú tranquilo que vas a tener cuestas para elegir”, ¡qué peligro!

Comenzamos por la senda que nos lleva a Barcebalejo, los que han elegido maillot corto todavía notan el frío de primeras horas pero se va viendo que han acertado y que esto va a cambiar.  En seguida estamos en Valdelubiel y empezamos a subir, subida larga que a su fin da pié a una bajada de las que dan tiempo a disfrutar, pero claro, si estamos otra vez abajo ahora ya sabemos lo que toca, pues nada sube piñón y hacia arriba hasta “Cabeza Lobera”, buff ya sobra todo, menos mal que desde aquí las bicis van solas hasta Valdeavellano de Ucero.

Seguimos nuestro camino y nos detenemos un momento en el  “Nacedero de la Onseca”. Algunos ya se han ganado el avituallamiento y aprovechan este minutillo para darle cuenta y no viene nada mal porque, aunque esta zona es una maravilla para recorrerla en bici, hasta llegar a Aylagas hay que volver a apretar los dientes, ascender otro buen trecho y tener cuidado en la bajada. Ahora sí, en el pueblo, descanso, historias y un bocado, agua no porque la fuente no nos da.




Reiniciamos la ruta y al poco el camino desaparece, hay que pasar un campo labrado, echando pié a tierra y otro en el que vamos haciendo el camino al rodar, menos mal que a todos no les llegó defectuoso el sentido de la orientación y como preveían llegamos a la zona de “Rio Chico” y enfilamos la subida al Castillo de Ucero y la bajada al pueblo. Probamos otra cuesta desconocida para casi todos que nos lleva a unas antenas y cogemos con ganas el camino de vuelta.

Un rato de sentido contrario a la ruta larga del Nískalo y otro en que tomamos el sentido correcto, aprovechando para comprobar que las piedras guía están correctamente pintadas y colocadas y si alguna no gusta se vuelve a poner para que quede perfecta. Después de la bajada a Valdelubiel, ya se sabe, la senda del Ucero anima al grupo entero,… bueno, algunos ya solo se animan con las cervezas y los torreznos que ya se saborean.

Aparcamos las bicis y sucede algo así:

- Juan Pablo, no nos pongas mucho de picar que hay que ir a comer.
- Bueno, esos torreznos, el jamoncito, las aceitunas, los frutos secos,… ya vale, que nos liamos.
- ¡Otra caña grande!
- Venga, la cuenta que nos vamos.
- ¿Nos sobra algo de pasta? Pues la última, pero pequeña.
- Y ya puestos…, unos pocos callitos, para probarlos, jajajajaja, … y bien ricos que están, ¡que crack!
En fin, buenos momentos.







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