domingo, 26 de mayo de 2013

INFORMACIÓN:EL MIÉRCOLES 29 DE MAYO QUEDAMOS A LAS 19:00 h. EN EL COLE, TENEMOS QUE IR ORGANIZANDO LA CARRERA DEL DÍA 9. (No faltéis, gracias) 

El GR 14 y los chicos malos


Todos los chicos buenos tenían obligaciones que cumplir, así que los bad boys, junto a tres a los que les pudo más el gusanillo que el deber, nos lanzamos a hacer la senda del GR 14 que lleva hasta la falda de Gormaz. En la plaza de la Catedral dejamos a Carlitos con ganas de unirse al grupo. A la altura del parque un pequeño contratiempo con el pedal de Jesús. Cogimos el GR en la Güera y hacia la Olmeda. Segundo contratiempo, ahora una válvula de Hugo. Mientras se soluciona, charla animada con un ciclista que se hacia el Camino del Cid en una jornada que le llevaría hasta Medinaceli.

Sin más demoras atravesamos la Olmeda y el precioso encinar que va paralelo al Duero hasta salir a la carretera a la altura de la finca del Enebral. Pequeño tramo de carretera y nada más pasar la granja de los maravillosos olores, Bubones, otra vez al GR. Antes de llegar a la base del castillo giramos hacia la izquierda para enfilar los pinares de Quintanas. Ritmo y ritmo. Los máquinas empiezan a imponer su pedaleo. Los Jesuses y  Toño nos dejan por sus devociones. Continuamos hasta el cruce con la carretera de Almazán, CL-110. Nada más atravesar la carretera cogemos una pista de zahorra blanca, de 1,5 Km., aproximadamente. A la altura de unas antenas nos desviamos a la izquierda por una pista que nos llevará a la entrada de Valdenebro. Buena bajada hasta que nos damos el susto del día. A Hugo se le va la bici en la última curva y se mete una piña del 10. Le encontramos literalmente empotrado en un muro de adobe y un palo de enebro. Tenemos miedo de que hubiese alambre. Le incorporamos y se recupera. Si me pasa a mí tienen que llamar al 101.

Y desde Valdenebro un tramo de la “corta” hasta Lodares y luego hasta Valdenarros. Desde allí pedaleo brioso por la vega del Abión hasta atravesar la autovía. Bajamos por la zona de la Tejera hasta El Refugio donde nos esperaban unas fresquitas cañitas reconstituyentes. 

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