Es carnaval, la propuesta tiene buena pinta, como todas, camuflados tras el disfraz de los domingos y la careta de los festivos a celebrarlo. según el diseño de la ruta pasamos por detrás de........, luego subimos por......, nos metemos hacia......., ¡coño si no es por aquí! esto no estaba contemplado, pues tiramos por este a ver si......, ¡ostia los de la caza!, bien empezamos, para bajar a....... Superado estos gajes el plan se mantiene sin novedad.
Como marca el protocolo perdidos en algún lugar unos minutos de anuncios, (!!ups¡¡ que eso es de otro rollo), nosotros somos más de retrato y refrigerio.
Sin tiempo de pensar sobre lo que aguarda (el alto turronero) resulta que ya está superado y sin apenas despeinarse, ahora ya poniendo rumbo norte a dar un saltito sobre el Duero. Siguiendo el programa hay que jadear una miaja para asistir a la cita con la señora atalaya, y unos dicen que por el camino de Quintanilla otros que por el camino del Burgo en busca de un pellizco de garra.
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