17-12-17 Almuerzo navideño

17-12-17 ALMUERZO NAVIDEÑO

Los dedos de una mano ya no son suficientes para contar los años en los que un domingo de diciembre nos juntamos un buen grupo de compañeros del club para celebrar un almuerzo especial que nos recuerda que, a pesar de ser doce meses más veteranos, seguimos con ganas de que la afición por la bicicleta no se pierda. Cada uno a su manera.
Las diez de la mañana es la hora indicada para que todo el que quiera se presente sobre las dos ruedas y tras la espera de los cinco minutos de rigor, (el que no haya venido.........tiempo ha tenido) el pelotón inicie el recorrido.

Cogemos el camino hacia Valdenarros. Sí, ese que en las primeras rutas del Nískalo nos lo hacia pasar tan mal cuando había barro. Por suerte, el frío nos ha echado una mano y el terreno está helado, dentro de un rato ..., buff ..., chocolatito.
Ya en Valdenarros, tres se aventuran por el camino equivocado, dos salen a buscarlos sin éxito, otros tres se quedan esperando en el pueblo por si vuelven y el resto va subiendo por el duro camino de la cruz de madera, así que, en un visto y no visto, tenemos al grupo completamente dispersado, increible. Gracias a los móviles conseguimos reagruparnos tres de los grupillos y continuamos la ruta, el cuarto va hacia el punto de encuentro para el papeo.

Pasamos por Valdenebro entre subidas, bajadas, sendas y pistas y, sin más despistes, nos dirigimos hacia Lodares. Al llegar al merendero, la avanzadilla ha hecho su trabajo y ya tienen todo preparado. Sólo falta que los colaboradores cocineros le echen huevos, a la sartén, la carne a la parrilla y que a base de "guantazos" los torreznos se vayan haciendo. Mientras, los demás, al palique, al picoteo y al porrón con moderación.

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Nos sentamos a la mesa y disfrutamos de un menú muy "equilibrado". De primero huevos fritos, costillas, torreznos, chorizo y careta, y de segundo roscón de reyes. Todo ello sin arriesgarse a que alguno se quede con hambre por lo que las cantidades de cada cosa son dignas de mención. Esto nos sirve de preparación para los excesos navideños que sino luego nos pillan sin entrenar.
Terminada la comida las palabras de la "presidencia", los buenos deseos para el año próximo, los agradecimientos y los aplausos para poner fin a la sesión.
La vuelta a casa con tranquilidad, salvo la primera cuesta que nos hace subir a todos en fila india empujando las bicicletas. Al llegar al Burgo aún hay tiempo para tomar un último refrigerio antes de despedirnos.

F    FELIZ NAVIDAD PARA TODOS y SALUD PARA MONTAR EN BICI EL PRÓXIMO AÑO