miércoles, 28 de junio de 2017

Romería de Caracena (25-06-2017)

Fecha marcada en el calendario del Club. Hoy toca la visita obligada a Caracena que, como va siendo tradición, cuando celebra su romería tiene que ver los maillots de MTB UXAMA desfilando sobre sus bicicletas. La mañana se presenta ideal para pedalear, temperatura perfecta, el Sol asoma detrás de las nubes sin calentar, la lluvia nos va a respetar y una ligera brisa fresca nos va a echar una mano en el camino. No se puede pedir más.
Arrancamos a la hora prevista, un poco de palique aprovechando el terreno llano de los primeros kilómetros y vamos avanzando sin prisa pero sin pausa. Cuando por fin dejamos el asfalto el camino empieza a pingar para arriba y, aunque las rampas no son de gran dureza sí que aceleran las pulsaciones y quitan las ganas de hablar.



Después de una agradable bajada, nos toca el doble paso por el agua de cada año que se supera sin consecuencias y otra vez a subir, esta vez durante más tiempo hasta llegar a los 1242 m. de altitud, el máximo de la ruta. Desde lo alto, un buen número de buitres nos observan por si alguno no supera la prueba y se pueden dar un festín, como hicieron con el corzo que encontramos junto a la carretera y que ha sido reducido a la mínima expresión, pero hoy es nuestro día, no el suyo.
Unas fotitos con bonitas vista para la posteridad y pasamos a saludar a la encina, centenaria o milenaria, de Valderromán que llevaba algunos años sin vernos. Otra sesión de fotos, como se merece el “arbolito” y tras el paso por el Castillo de Caracena ya nos encontramos en el lugar de descanso, bastante puntuales a la cita. Allí nos están esperando tres compañeros que han acudido al almuerzo con sus bicicletas flacas.



Hoy nadie saca el plátano, hoy al cuerpo hay que echarle un par de huevos, con chorizo y torrezno como mandan los cánones y avituallarse con tranquilidad.

Después del reposo otra vez a montar para iniciar el regreso pero una de las máquinas está pinchada. Solucionado el percance con imaginación, ahora sí, volvemos a casa por carretera. Una vuelta a buen ritmo que todos aguantamos como campeones y que en un momento pone a cada uno en su destino.

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