Hacía tiempo que queriamos hacer la ruta de hoy, una etapa
de no muchos kilómetros y sin grandes cuestas pero en la que hay que poner gran
atención por donde se pasa porque cualquier descuido puede acabar
desmontándonos de la bicicleta. El perfil se hace ideal para que la gente que
ayer estuvo participando en la XIX Media Maratón del Burgo de Osma no sufra en
exceso.
Tomamos la salida desde Ucero enfilando la senda que nos
lleva hasta le entrada del Cañón del Río Lobos sin pisar la carretera, cosa que
se agradece. Desde aquí camino tantas veces transitado hasta la Ermita de San
Bartolomé y un par de kilómetros más por el sendero habitual hasta que nos
desviamos a la derecha y cogemos el Cañón de Valderrueda. Bonito camino
ligeramente hacia arriba entre piedras, plantas e insectos.
Cuando la senda se acaba, tomamos la carretera y llegamos a
Casarejos. Aquí nos espera, en principio,
la única cuesta exigente de la jornada. Cuando la superamos empieza la
bajada y las bicis vuelan, en un momento hemos llegado a San Leonardo. Cogemos
agua en la fuente, vaya tres chorros, y comemos un poco antes de continuar.
Comenzamos el camino de regreso, una señal nos indica la
dirección hacia el “Puente de los siete ojos” pero un camino sin salida y un
calambrazo en la valla nos hacen volver por donde hemos venido e ir a lo
seguro, unos metros por carretera dirección Arganza. Ahora, bonita senda, paso
por el rio con el nombre del pueblo y recuerdo de las hortigas en las piernas antes
de llegar al puente con el mismo número de ojos que de ciclistas haciendo la
ruta.
Desde aquí, conocido camino de vuelta por el Cañón del río
Lobos, pequeña avería con una de las cadenas y varios pasos sobre las piedras
que nos cruzan el río de lado a lado, btt en estado puro. Para terminar de
ganarnos las bebidas, no sé si estaba previsto o no, subimos por Valdecea hasta
el “Mirador de las Gullurías”, esta cuesta sí que cuesta, y deja pequeña a la
de Casarejos que al final no ha sido la única de la etapa. Bajada por la senda
del gato con las precauciones pertinentes y llegada al destino.
La logística hoy se merece un diez, tenemos cervezas,
refrescos, bebidas isotónicas, patatas fritas, encurtidos,…, todo buenísimo,
como entra. Solo se me ocurre decir: “No
te digo que me lo mejores,…iguálamelo”.
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