miércoles, 9 de junio de 2021

06-06-2021 Celebrando el "No Nískalo"

 

Por segundo año consecutivo las circunstancias nos han impedido celebrar la VIII edición de la ruta del Nískalo que se tendría que haber desarrollado hoy. Para conmemorar un día tan especial para el Club se ha organizado una ruta corta pero intensa que nos permita ganarnos el almuerzo de después.


Las nueve de la mañana es la hora de comienzo y desde varios minutos antes la plaza de la Catedral tiene más movimiento del habitual en un domingo cualquiera a estas horas y se va llenando de ciclistas y bicicletas entre los que destacan los colores rojo y negro del maillot del club.

Cinco minutos de rigor por si llega algún rezagado y el pelotón emprende la marcha en dirección a los montes de Osma. Después de recorrer los primeros cuatro kilómetros, casi todo de subida, hacemos una breve parada para reagrupar y escuchar unas palabras de la “autoridad” sobre los cinco senderos preparados a conciencia para este día.

Continuamos con una breve bajada y un giro a la derecha nos mete de lleno en el asunto del día. Caminos que desaparecen y que siguen por senderos casi imperceptibles, arbustos “acariciando” los brazos y las piernas, bajadas y subidas no aptas para todos los públicos y en las que lógicamente hay que desmontarse de la bici, zonas de arena que frenan en seco y al final la vuelta a la “civilización” de los caminos y pistas. Terreno que desgasta y que aumenta la distancia recorrida muy lentamente. Hace más de una hora que comenzamos a rodar y apenas llevamos doce kilómetros.



 Cuando terminamos la  quinta “sorpresa” y empezamos a recorrer territorio Nískalo la cosa cambia y la velocidad aumenta. Subida de sobra conocida hasta llegar a la Atalaya de Quintanilla donde se vuelve a esperar y nos hacemos unas fotos.



Nos volvemos por donde hemos venido con la mente puesta en llegar al almuerzo prometido y seguimos recorriendo caminos habituales muy rodados por los componentes del club. Un último giro a la derecha para volver a meternos en el primer sendero del día, pero en el sentido contrario, y enlazar con la bajada que nos lleva a la “Caseta de los cazadores” donde se está preparando el “piscolabis”.




Aquí el riesgo de caída se reduce, cada uno coge el ritmo que le viene bien y entre anécdotas, risas y buen rollo pasamos una hora dando buena cuenta de todo lo preparado para la ocasión. Como siempre buena organización y sin quedarse cortos en las cantidades. Palabras de convencimiento de que el año que viene, por fin, volveremos a realizar la marcha tradicional y tras dejar el refugio recogido como nos lo encontramos volvemos a montar en las bicicletas.

Todas las fotos aquí

La galvana se nos apodera en los primeros metros hasta volver a entrar en calor y para ir terminando y desgastar un poco más hacemos una visita a la atalaya de Uxama. Últimas fotos en lo alto y descenso meteórico para dirigirnos al punto de partida y terminar el encuentro.


Por cierto, hoy ha salido un día estupendo, buena temperatura y sin una gota de lluvia. Nada que ver con los habituales del Nískalo. Con estas condiciones meteorológicas el recuerdo del acto es mejor todavía, a ver si el año que viene se repiten.