La borrasca de cuyo nombre ni me acuerdo ahueca el ala, es el momento de salir a vagar con la amiga bicicleta; prestos casi los de siempre ensayando lo de siempre en busca del solete.
El camino es conocido pero hoy está más tierno, arriba en el llano mirada a la izquierda y niebla, vistazo a la derecha y niebla, vista al frente y..................despejado, con el sol de espectador hay un ligero cambio en el programa para estrujar el motor y desocupar la panza.
En la quebrada es el omento de los saludos por aquí hay gente conocida dándole a la zapatilla y de paso curso avanzado de "como hacer un caballito sin caerse" 😄😄
Ya sólo queda una subida de revoluciones y ¡zasca! el castillo a la buchaca, y ya de regreso un suave paseo por la ribera
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