Hoy sin gentileza alguna, ni los cinco minutos de espera que marca el protocolo, a la hora pactada despegamos con rumbo hacia donde hay menos nubes. Al pasar un saludo a los compañeros de la flaca estacionados en la parrilla de salida.
Como es costumbre no falta el parloteo, como es costumbre unos más en forma que otros, como es costumbre piñones ckil, clik clik, como es costumbre nunca faltan los ji ji ji. En el pensamiento se diseña lo que aguarda,...................... ah! pues no, hay cambio de última hora que parece más tolerable, entre piedras, enebros y encinas agazapada surge una sorpresa que obliga a subir dientes.
Después del almuerzo muda de paisaje, por la cañada real de merinas según indica el mapa, y la bici comienza a acarrear algo de barro, paso por un pueblo, paso por otro pueblo ¡joder ni hemos parado a coger agua! es hora de remontar una parte bien conocida por las huestes de mtb uxama con lección de botánica de propina (que si son gallarones que lo pone en el google ese 😉😉).
Unos metros finales jugueteando sobre la bicicleta para fundir el último cartucho y colorin colorado.
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