Para este día hay una atrayente oferta para ir dejando atrás el sobrante de días atrás y recordar que es eso de montar en bici. Es la hora pues al lío, somos pocos así que hay que repartirse el palique y los jadeos, piñón arriba piñón abajo se ven pasar las encinas, los enebros, los pinos y los envites al agua. Antes de encarar la marcha por la sierra una breve parada para coger agua caliente y una escueta charla sobre si tienen más o menos ganas de fiesta los peces, un camino entretenido que no le falta de nada hasta coronar y una bajada por senda donde poner a prueba los frenos hasta el río Lobos.
El plan es ir al castillo pero ¡que coño! ya que estamos aquí y la Galiana está ahí y hace como una eternidad que no hay tu tu a tu con sus cinco espectaculares curvas de herradura que ...................................... a por ello, hasta la cima como unos campeones con una parte final jugando a ser ciclista peleando el premio de montaña.
LAS FOTOS
Un retrato en el mirador y cagando leches para abajo, pos ya que estamos aquí y el castillo está ahí..................... a reconquistarlo se ha dicho, pasa tu delante que vas mejor, no mejor tira tu.
Bueno esto ya está chupao, un rato por el camino otro rato por la senda y dos ratos de entusiasmo en las piernas y el olor a torrenito hacen que se resuma el viaje.
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