jueves, 13 de diciembre de 2018

Fortaleza Califal de Gormaz 9-12-18

La cama abrazando, el desayuno dominguero, el sol despuntando, la bici a punto, la catedral esperando, las diez en el reloj, la ruta por decidir y con los bolsillos repletos de ganas de bici. Primeros compases para constatar cual de los presentes está más oxidado, Por el camino un poco de "parriba" con algo de  "pabajo" para compensar, ya vamos recordando lo es esto de pedalear, se va avanzando hasta encontrar esa cuesta en la que hay que echar mano a los frenos y tirar el culo "patrás"  que la bajada invita a ello.


El grupo atraviesa la carretera y con un ojo en el camino y el otro siempre puesto en lo alto comienza el ataque, ¡¡¡¡¡prepárate Gormaz!!!!, en esta aventura hay que evitar algún charco, hay que sortear algún coche, hay que encarrilar la rueda entre los chorreros, hay que jadear, jadear y jadear, y encima no hay que dejar de pedalear.
Ya está medio vencido, a la altura de la ermita ya nada de baches, sólo hay que bajar piñones (echarle huev....).quería decir echarle coraje, resoplar, que no se escape el de delante, empuñar bien el manillar y arriba el repecho del aparcadero y arriba el de la entrada a la Fortaleza.

LAS FOTOS AQUÍ


Un instante de reposo para recibir los halagos de los turistas y hacia abajo cagando leches en busca del monte y las cuantiosas piedras de una subida ¡vaya traqueteo! ,calzada romana dicen, que ya va escociendo en las piernas de más de uno. Aún hay algo de energía para algún que otro toma y daca entre los pinos. Al terminar toca ajustarse bien la chaqueta, poner cara de cansado y hacerse del ciclista entre el turisteo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

y llegaaaaaaaaaar hou más allá
ánimo campeones