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Paralelos al río Ucero vamos hasta Barcebalejo pasamos al otro lado de la carretera y ya mismo comenzamos a subir piñones, después de unos kilómetros estamos repostando agua en la fuente de Barcebal, por la veguilla donde la gravera, pista a la izquierda y comienza el asalto a la galianita, en lo alto un pequeño descanso, recuperar la respiración, agua, retrato y coño! un nískalo, constatar por qué la ruta del nískalo tiene ese nombre. Tras una larga bajada con varios cruces, camino por aquí, camino por allá, nos presentamos en Valdeavellano de Ucero, giro y un par de cruces más hasta localizar una pista de zahorra , mirada al frente, agarrar bien el manillar y a por ella. Veloz descenso hasta Ucero pasando por el castillo y desde aquí el caminito nos lleva vega abajo al destino.