5 bajo cero!!!!! Si
hacemos caso a la leyenda urbana en torno al termómetro de la Farmacia de la
Plaza Mayor, podrían ser menos ya que “hay
que quitarle dos grados a lo que marque”.
Helados de pies y manos,
atravesamos el paseo de la Güera cubierto con una fina capa de hielo; un ligero
toque al freno y leñazo al canto.
No nos calentamos ni en
el camino a Alcubilla. Hasta que no empezamos a subir a la atalaya de
Quintanilla no entramos en calor. Luego ya fue otra cosa, de hecho en la
subida de la liebre (vaya viaje le dio con la zapatilla Antonio a la
pobre liebre aquel año!!) ya íbamos con buena temperatura.
Cerca de los
corrales de Valberzosa nos sentimos igual que los ñus cuando cruzan el
río Mara en el Serengueti (ver documentales de la 2) cuando seis u ocho
mastines nos dejaron claro quién mandaba por allí. Eso sí, seguimos las
indicaciones de Jose y superamos la prueba sin ninguna baja.
Dos pinchazos después, con muchas risas, llegamos a la torreta de Picarrofrío, EL SANTO, pero no
pudimos seguir porque estaban haciendo batida los cazadores. Cambio de planes.
Seguimos paralelos a la
autovía para desviarnos y subir a la atalaya del Castro. La bajada la hicimos
siguiendo la loma de la Pedriza, para la mayoría un nuevo descubrimiento.
Preciosas vistas.
And that’s all folks!!!!! NON
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