Después de haber pasado la VI
Ruta del Niskalo, creo que con buena nota, volvemos a la rutina de las salidas
domingueras. Hoy toca otra de las rutas que repetimos cada año, haciendo
coincidir nuestra salida con la romería de Caracena aunque este año debido a
que esta se ha pasado al sábado no nos ha permitido encontrarnos.
Buena afluencia y buen tiempo,
salida hacia la Güera por la carretera para esquivar el carril bici que sigue
cortado y paso fugaz por el Polígono Industrial y La Rasa. Cuando a los trece
kilómetros abandonamos la carretera y nos metemos por caminos ya sabemos lo que
nos espera. Un buen rato de subidas que no son muy duras pero que van llamando
la atención a las piernas y al corazón. Una alteración de la ruta con respecto
a otros años nos permite escaquearnos del primer paso por el río pero el del molino
sigue estando en la trayectoria aunque esta vez ninguno osa a pasarlo montado, demasiada agua.
Seguimos cuesta arriba y nuestra
siguiente parada la aprovechamos para hacer unas fotografías desde el alto con
las fantásticas vistas de Caracena y su Castillo. Otra parada típica es la
visita a la Encina de Valderroman. Nos llevamos un chasco viendo como una de
sus enormes ramas ha caído, y nos sirve de banco, y su tronco está bastante
deteriorado por dentro. Retratamos el momento y continuamos con la bajada hacía
Caracena pasando junto al Castillo, este descenso es espectacular aunque algo
peligroso y necesita de concentración pero, como casi siempre, todos lo
disfrutamos sin incidentes.
FOTOS AQUÍ
Llegada al pueblo, 38 kilómetros recorridos, un grupo continúa la ruta y la mayor parte nos quedamos para saborear el nutritivo almuerzo de huevos con chorizo y torrezno. Media hora después nos volvemos a montar en la bici y emprendemos el regreso con cambios sobre otros años. Dejamos la carretera y nos desviamos hacia la derecha para atacar una cuesta que si desde lejos parece dura desde cerca ... también y con la piedra suelta y nuestra tripa llena nos va venciendo uno a uno.
Llegada al pueblo, 38 kilómetros recorridos, un grupo continúa la ruta y la mayor parte nos quedamos para saborear el nutritivo almuerzo de huevos con chorizo y torrezno. Media hora después nos volvemos a montar en la bici y emprendemos el regreso con cambios sobre otros años. Dejamos la carretera y nos desviamos hacia la derecha para atacar una cuesta que si desde lejos parece dura desde cerca ... también y con la piedra suelta y nuestra tripa llena nos va venciendo uno a uno.
Superado esto todo se ve más
fácil, bajada hasta Fresno de Caracena donde volvemos a coger la carretera y
vuelta con arreones continuos, con paradas para reagrupar y llegada sobre el
horario previsto.
Bueno,… algunos aún tienen tiempo
de tomar "la última".